Se ha ido incrementando el número de inconformidades de la sociedad, debido a que reiteradamente, todos aquellos que cometen delitos como; robo, agresiones físicas, amenazas, entre muchos más, pero, sobre todo los primeros, inmediatamente que son detenidos, son puestos en libertad y vuelven a las calles y otra vez a robar y a lastimar a la sociedad.

El pretexto que usa el aparato de justicia, es porque los juicios orales permiten su salida, porque no son considerados como delitos graves y por eso, cada vez que llegan, prácticamente se registra el hecho y se van.

El poder judicial, tendría que hacer una nueva reflexión de esta forma de pensar, sobre todo los jueces e incluso la Fiscalía General del Estado; debieran reinterpretar la norma y los objetivos del sistema de justicia penal y darse cuenta, que esa forma de aplicar la ley está afectando a la sociedad.

Están siendo muy letristas, gramaticalista, están aplicando la ley, sin interpretarla; no es lógico que un sistema legal, permita, que alguien que reiteradamente comete, por ejemplo; el delito de robo, sin importar cuantas veces sea, lo pongan en libertad.

El sistema de justicia penal adversarial que hoy tenemos, tiene que ser ligado a la aplicación integral de la protección de los derechos humanos de la población; y este último sistema humanista que tenemos, es diferente a la forma en cómo lo viene aplicando el sistema de justicia local, (ya no se diga la forma en cómo la policía bien actuando, ellos mismos cuando denuncias, te dicen que más tardan en llevárselo que dejarlos en libertad).

Está establecido tanto en la Constitución, en la ley en los principios de justicia eficaz, señalando que, aunque no sean delitos graves, la reincidencia obliga a las autoridades a dejarlos en prisión y éstos no pueden salir hasta en tanto, no representen un riesgo para la sociedad; pero esto, no lo entiende así las autoridades penales.

El sistema de juicios orales como hoy lo conocemos no puede permitir que esto siga sucediendo, no es la forma en cómo lo viene entendiendo el sistema judicial, ni tampoco la fiscalía y la policía, prácticamente están dejando indefensa la población, pues quienes delinquen de esta forma, se burlan de la sociedad porque saben que hay impunidad y no son castigados.

De acuerdo al sistema legal que tenemos ¿qué es lo que tiene que hacer; ¿la fiscalía, las policías y los jueces? Si te detienen la primera vez, como primo delincuente, para poderte dejar en libertad, se necesita que estas autoridades, se cercioren que el detenido, no representa un riesgo; para la víctima, para la sociedad o un riesgo de que se sustraiga de la acción de la justicia; pues se le va seguir el proceso en libertad.

Tampoco eso no debe ser la percepción social (de que se va libre y ya acabó todo, no, no es así), se le sigue el proceso y algún día se le va dictar sentencia; cerciorarse de que el detenido no es un riesgo si lo dejan en libertad, significa, que las autoridades penales, deben ser cuidadosas y estrictamente analizar que el primo delincuente, no sea un peligro, pues de serlo tendrá que quedar en prisión y ya no se diga, si llega a reincidir, esa seria causa suficiente para revocar la primera libertad y como consecuencia ya no dar oportunidad de una nueva salida; ese es el sistema de derecho que tenemos y no como lo viene interpretando la justicia local.

Los sistemas de justicia sirven para resolver problemas, individuales y sociales, no para agrandarlos y mucho menos, para generar impunidad, el sistema de justicia local, tiene que ponerse las pilas para que con sus resoluciones y determinaciones ayuden a combatir la impunidad y los delitos que agravan a la sociedad.

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