Desmasculinizar la política
Este tema novedoso, ha sido acuñado en varias sentencias de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en relación a la designación de un Servidor público, para referirse a, que debemos empezar a ver como normal, (el énfasis viene de la interpretación de las sentencias) el que las mujeres se empiecen a ver en cargos públicos que históricamente las han desempeñado hombres, -por lo regular cargos de primer nivel-. Lo anterior es un estereotipo que afecta a las mujeres, al pensar que en determinados cargos públicos (Gubernaturas, presidencias municipales, ministros, chofer de transporte público), policías, ejercito, entre otros, casi por regla general lo hacen hombres.
 
Este concepto busca que, en cargos políticos, ya no se perciba así, y que ahora empecemos a ver indistintamente a hombres en funciones que erróneamente se pensaba que solo era para mujeres y viceversa; que el género no lo encasille una función.
 
El argumento resulta importante, toda vez que se trata de un tema sobre paridad de género, y explica, cómo equilibrar los roles en el ejercicio del poder, entre hombres y mujeres; actualmente las funciones del poder político están masculinizadas, señala la Sala Superior.
 
Para avanzar en los derechos de paridad y eliminar éstas reglas y equilibrarlas con las funciones del manejo del poder, bajo un pensamiento femenino; es necesario cambiar su percepción, ni tanto de un lado, ni tanto del otro, sino que haya un equilibrio.
 
Contrario este término encontramos la figura de desfeminizar las labores y tareas del poder político, cómo hacerlo, hay que hacerlo a través de la promoción y emisión de políticas que promuevan la participación de los hombres en estos espacios en el que siempre se veía a mujeres y viceversa.
 
Este tema es importante, ya que ayudará a entender de mejor manera un cambio de pensamiento social, pues, si queremos cambiar la percepción de hacer política en México, lo primero es entender las razones por las que se quiere transitar hacia un país paritario.
 
Tanto desmasculinizar como desfeminizar, son tareas importantes en las que, los institutos electorales, tribunales electorales del ámbito local y también sus homólogos a nivel nacional, tendrán que ir agarrados de la mano, para garantizar y guiar estos objetivos que ayudarán a proteger la paridad entre los géneros, pero, sobre todo, conciliar pensamientos de unión, en el ejercicio del poder político.
 
La inclusión del equilibrio en el ejercicio del poder entre hombres y mujeres, sin duda traerá como consecuencia una revolución al interior del sistema político de nuestro país y seguramente emergerán corrientes de pensamiento femenino, que ayudará a recobrar una gran cantidad de valores que en la sociedad se ha perdido.
 
Tener a una jefa como mujer en el desempeño de un cargo público, tiene que ser un mapa que veremos a corto y mediano plazo y que pronto también se verá reflejado en la realidad política de México. Bienvenidas todas estas instituciones que le abonan al crecimiento y desarrollo de una sociedad igualitaria.
 
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