Solo el juez electoral independiente sirve a la democracia

La magistrada presidenta de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Janine M. Otálora Malassis, señaló recientemente; que, los tribunales electorales sin autonomía, no le sirven al país ni a la sociedad. Lo dicho, tiene toda la razón, para que la democracia avance y sea la misma que anhela la sociedad, es necesario que se garanticen elecciones libres y auténticas, y para que eso ocurra, se ocupa que, los jueces electorales actúen con independencia y autonomía, que no haya ninguna intromisión ajena, en su función, que el Estado les garantice condiciones de libertad en su actuar y no se les trate de presionar, difamar, o menoscabar en su tarea injustamente.

 

A la democracia, solo le sirve el juez auténtico, que piense y trabaje sin presiones, esta garantía de independencia, significa que el juez electoral, no debe estar preocupado porque le llamen o le insinúen para que resuelva en tal o cual sentido, o que esté preocupado por cualquier otra situación ajena a su perfil o capacidad, de hecho el juez que tenga este sufrimiento no debe estar en el cargo; el Estado y los actores políticos, tienen que ser muy respetuosos de su labor, pues ninguno de estos servidores públicos sin independencia, le sirven a la democracia.

 

Ahora, en la reforma político electoral del 10 de febrero de 2014, se dice, que los nuevos jueces electorales, serán nombrados por el Senado de la República, el motivo principal para que esto se hiciera así, fue debido a que los gobernadores de los estados influían mucho en la integración de los magistrados estatales, esto a decir de la crítica social, lo que ocasionaba un daño letal para la independencia judicial y por ello, se cambió de sistema de nombramiento de impartidores de justicia electoral, insisto, el único objetivo, fue establecer un mecanismo para que los jueces electorales, estuvieran alejados de las tentaciones de los poderes estatales y se trató de evitar el riesgo de influir sobre ellos.

 

La reforma la constitución de 2014, está en pleno vigor, todos los jueces electorales en el país, ya son designados por el Senado de la República, y solo falta que al final del proceso electoral de este año, veamos si dio buenos resultados este cambio de sistema y también ¿cómo los califica la sociedad? si como jueces independientes o si los descalifica y los mete en la caja de la desconfianza, ojalá esto último, no resulte; la judicatura electoral, tiene todo, para hacer la diferencia y tomar el papel que le corresponde en nuestro sistema electoral, ¿cuál es? hacer que se respete el derecho a la democracia, pero que esa democracia, sea eficaz, que se ganen el prestigio de buenos jueces, de ser servidores públicos que, solo están al servicio de la sociedad, que no sean temerosos al momento de resolver, que no se dejan amedrentar y que solo respondan al servicio de la justicia. Sin duda, el reto de los jueces electorales en 2018 será demostrar en los hechos, que son auténticos garantes de los derechos políticos electorales e independientes en su actuar.

 

La Asociación Nacional de Magistrados Electorales de la República Mexicana, trabaja arduamente para consolidar entre muchos otros temas, la independencia del juez electoral.

 

Si los jueces electorales no le dan la confianza a la sociedad, al final del proceso electoral, habrán perdido la oportunidad de hacer que se crea en la justicia electoral, pero todo esto lo vamos a saber a finales de año.

 

Hoy veo de cerca la gran unión que mantienen los magistrados electorales en México, tienen la oportunidad de enfrentar cualquier situación de presión externa o intromisión que los haga vulnerable, ojalá sean los servidores públicos que hagan la diferencia en la consolidación de la democracia.

 

A la judicatura electoral de nuestro país, le hace falta que se consoliden y se protejan las garantías que están en los Principios Básicos Relativos a la Independencia de la Judicatura Internacional, adoptados en la Asamblea General de la ONU, mediante  Resoluciones 40/32 del 29 de noviembre de 1985 y 40/146 del 13 de diciembre de 1985, y ¿qué contienen estos principios? nada más y nada menos, que la obligación que tiene nuestro país, de garantizar que sus jueces -entre ellos los electorales- puedan en verdad actuar con independencia; pues solamente teniendo jueces libres, capaces, honestos y probos un pueblo tendrá justicia.

 

Ángel Durán

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