Desastres naturales impredecibles, con planeación disminuye el riesgo
Los desastres naturales no se pueden prevenir tan fácilmente, la ciencia y la tecnología, todavía enfrentan obstáculos para saber con precisión, qué catástrofe vendrá y causará estragos en la humanidad; sin embargo, sí sabemos que estos fenómenos naturales se repiten cíclicamente, unos con mayor intensidad que otros, pero vemos con impotencia que algunos de ellos son devastadores; por ellos es que, resulta necesario una planeación bien organizada entre gobierno y sociedad para disminuir los daños que ocasiona a la humanidad.
Los terremotos, maremotos y huracanes, entre otros, son fenómenos naturales que el hombre hasta la fecha no puede detener, incluso no sabe cómo prevenir los daños que causan. Se pueden predecir los lugares sísmicos o por donde pasará un huracán, o en ciertos lugares donde habrá sequías prolongadas; pero no se tiene hasta la fecha, alguna forma de prevenirlos ni de detenerlos.
Estos fenómenos se repiten, para enfrentarlo, es conveniente que el gobierno y la sociedad, adquiramos un alto índice de responsabilidad y hacer cambios radicales en la cultura, en el comportamiento y en la prevención de daños que ocasionan estos fenómenos naturales.
¿Qué podíamos hacer para disminuir el riesgo que estos fenómenos naturales?
El principal compromiso que debiéramos adquirir, es la voluntad del sistema político y de gobierno para en la medida de lo posible, colocar en zonas sísmicas, tecnología para detectarlos; como, terremotos o cualquier otro movimiento telúrico así como instrumentos para detectar maremotos, y otros fenómenos naturales que causan devastación en nuestra naturaleza; y por otro lado, el deber de la sociedad en conocer los lugares de alto riesgo para evitar construir edificaciones en los lugares en los que la naturaleza ha ocupado por siglos; por ejemplo, en las laterales de ríos, cerca de los arroyos, a un costado de terrenos inclinados, o en lugares que resulten peligrosos para vivir, así como también, tener la cultura de la legalidad para evitar solicitar permisos de construcción de inmuebles que pueden colapsar por la fragilidad de los terrenos. Una combinación de responsabilidad entre gobierno y sociedad, para edificar a las ciudades de manera responsable; no hay que olvidar, por ejemplo, que la Ciudad de México está sentado en un valle, en el que, por lógica, no debiera de haber edificios altos, que finalmente corren el riesgo de colapsar el caso de un sismo.
Tomando en cuenta lo anterior, es importante recordar que la naturaleza no tiene límites y de lo que sí estamos seguros es que van a volver a ocurrir terremotos y huracanes, por eso es importante que trabajemos en la construcción de ciudades con la edificación de viviendas y edificios únicamente que se puedan construir pensando en disminuir los riesgos en los que nos pone la propia naturaleza; si no actuamos con esa responsabilidad seguiremos viendo tragedias.
Colima, Colima 21 de septiembre de 2017
Ángel Durán
www.angelduran.com